“Todos los estamentos estamos interesados en destrabar esta situación y que la UNA se conduzca a una vida normal”, lanzó ayer el rector Abel Bernal, quien se lamentó –escoltado de 10 decanos– de la negativa de los estudiantes de asistir a una reunión en el despacho del Rectorado de la Avda. España.
Si bien conceden más cupos a los otros estamentos, los docentes de la UNA se aferran en mantener mayoría propia en los órganos de gobierno.
“Ya rechazamos esas propuestas; por eso nos retiramos de la mesa de diálogo”, lanzó Liz Guillén, del movimiento #UNAnotecalles.
“Nuestra propuesta de 3-2-2 (ver infografía) para la Asamblea es un intermedio entre la propuesta de 4-2-2 (de los docentes)”, argumentó.
Desmentido. Amalia Ríos, estudiante de Medicina, aclaró que no todos los decanos cumplieron en invitar a los representantes universitarios. “Solo algunos fueron invitados vía Whatsapp por sus decanos y hay facultades donde los estudiantes nunca fueron avisados de esta reunión, por lo que no pueden hablar de un vacío”, afirmó.
Una convocatoria a la AU “será un signo” para destrabar el conflicto. “Nos condicionan a que nos sentemos y cedamos nuestros ejes de cambio para convocar a la Asamblea”, disparó.
Mañana, el Consejo Superior Universitario (CSU) llamaría a las 08.30 una nueva sesión extraordinaria de la AU para tratar los puntos álgidos de la reforma del Estatuto de la UNA. La reunión será en el Rectorado ubicado sobre Avda. España. ¿Quién ganará la pulseada?