En la Universidad de Witwatersrand de Johannesburgo, uno de los epicentros de las movilizaciones, 31 estudiantes fueron detenidos mientras intentaban cortar los accesos al campus principal y la Policía dispersó a otro grupo que interrumpía el tráfico con balas de goma.
Los consejos de estudiantes de casi todas las instituciones de enseñanza superior del país piden una moratoria en la subida de las matrículas hasta que el Gobierno declare gratuita la universidad.
Los líderes de los universitarios aseguran que no permitirán que se reanuden las clases hasta que el ministro no rectifique y revoque por segundo año consecutivo la subida de las tasas.
La mayor ola de protestas estudiantiles desde la caída del apartheid llevó en octubre del año pasado al Gobierno a desechar su plan de incrementar las tasas universitarias en un 6 por ciento.
No obstante, el Ministerio de Eduación ha autorizado el incremento tras largas consultas con los rectores de las universidades, que han advertido del riesgo de bancarrota si no se incrementan las tasas o el Gobierno aporta más dinero a sus arcas.
Con un paro de más del 25 por ciento y una economía al borde del estancamiento, buena parte de la población sudafricana vive en la pobreza.
