16 abr. 2024

Disminuyó cifra de alumnos que viajan desde Itá Enramada

Suena el despertador a las 4.00. Alexis (12), que vive en la villa de Itá Enramada madruga todos los días junto a su hermano (6) y su madre para iniciar el viaje en balsa o canoa hasta Clorinda, Argentina, antes que salgan los primeros rayos del sol. Desde los cinco años viaja todos los días para acceder a la educación en la frontera. El costo de la balsa o canoa ronda G. 5.000 a G. 10.000 por cada viaje.

Recreo.  Alexis (de campera azul) juega a la balita juntos a sus compañeros argentinos.

Recreo. Alexis (de campera azul) juega a la balita juntos a sus compañeros argentinos.

Los hermanos paraguayos con la mochila al hombro inician su jornada diaria cruzando el caudaloso río Paraguay, desde el Puerto Itá Enramada, Paraguay, rumbo al Puerto Pilcomayo, Argentina. Acompañados de su madre viajan diariamente para pasar el día en la Escuela de Frontera Nº 11 de la Prefectura Naval Argentina, en Clorinda, mientras su madre trabaja en la misma ciudad. Debido a la diferencia horaria, Argentina, tiene adelantado una hora, el operativo del viaje inicia a las 4.00.

La familia cumple toda una jornada en el vecino país y solo retorna en la tarde, para descansar en su hogar, ubicado en la villa en Itá Enramada. Alexis ya cursa el 5º grado y no siente ningún tipo de discriminación por parte de sus compañeros.

ESCASOS ALUMNOS. Igual que Alexis, otros tres niños paraguayos acuden a la institución. Al pisar tierra argentina, no requieren hacer control migratorio, solo desvían por una caminito que lleva directo a la escuela que se encuentra a un kilómetro del Puerto Pilcomayo.

Tras las constantes inundaciones, que obligaban a trasladar las clases a zona alta, y con el paso de los años, de 30 estudiantes paraguayos la cifra disminuyó a tres en la institución, comentó la directora Graciela Soler. “Años atrás eran más, eran un montón. Fue disminuyendo, la verdad creería en todo este tiempo con las inundaciones”.

En cambio, tras conversar con los pobladores de la villa de Itá Enramada, aseguran que ya no viajan más debido a que muchos de ellos ya terminaron el colegio en el vecino país. En otros casos, ya optan por mandar a sus hijos en la escuela pública de la zona para evitar el desgastante viaje diario en canoa o balsa.

Algunos que cruzan son niños paraguayos, en otro caso son argentinos, cuyas familias abandonaron Clorinda para asentarse en Paraguay tras las constantes inundaciones. Los encargados del Puerto Itá Enramada también coincidieron que con el paso de los años disminuyó la cantidad de niños y adolescentes que cruzan en la balsa para ir a estudiar a Clorinda. Serían alrededor de 500 los que cruzan para estudiar, estimó.

Según la Organización Internacional de Migraciones (OIM), nuestros compatriotas forman la comunidad extranjera más numerosa en Argentina. El órgano calcula en 679.044 paraguayos que viven en el territorio vecino.