Las modificaciones a la Ley de Financiamiento Político no prosperaron finalmente, pese que en dos sesiones consecutivas los diputados analizaron punto por punto el proyecto. Luego de las fuertes críticas que generó el aumento considerable de los aportes para las campañas políticas, el documento volvió a foja cero y a pedido del diputado cartista Bernardo Villalba se aplazó por una semana su estudio y volvió a comisiones, quedando intacta la ley vigente.
Villalba mocionó el aplazamiento del estudio luego de ver peligrado en la plenaria de ayer la posibilidad de que se elimine nuevamente el cuestionado artículo aprobado el martes y con el que se aumentó el tope para que cada financista apoye una campaña o candidatura política con hasta G. 3.925.400, un total de USD 700.000, que al final quedó sin efecto.
Los diputados de la oposición y de la disidencia colorada objetaron la aprobación de una suma millonaria como tope para los aportes individuales en campañas.
Precisamente el diputado liberal Amado Florentín pidió la reconsideración de los topes referidos a los aportes y donaciones por considerar una exageración la suma de 50 mil jornales mínimos para los aportes electorales. Dijo que el dictamen de la Comisión de Asuntos Constitucionales ya agregaba un aumento de hasta 7 mil jornales, lo cual le parecía razonable y pidió apoyo a ese dictamen.
Igualmente, el diputado colorado disidente Éber Ovelar, principal crítico de que los aportes individuales y corporativos se disparen para las campañas, añadió que los cargos representativos estarían cautivos de los financistas.
Sin embargo, el diputado cartista Óscar Tuma presentó como condición para aprobar la reducción del tope de los aportes y donaciones limitar también la inversión de propaganda electoral en los medios de comunicación. Al no lograr un acuerdo, prosperó la propuesta de Tuma, quien pidió el aplazamiento por una semana para confeccionar un nuevo proyecto en comisión.
Con esta resolución, el estudio de la iniciativa queda a foja cero y las comisiones encargadas de su estudio deberán elaborar un nuevo dictamen antes de que el proyecto se vuelva a tratar la próxima semana en plenaria.
Despropósito. La sesión de ayer solo estaba convocada para tratar un artículo que quedó como adenda a solicitud de Ovelar. Sin embargo, debido a que todo el proyecto se puso a consideración, se debió votar entre quienes querían el tratamiento en la fecha o los que querían postergar.
Un total de 38 diputados votaron para que el tratamiento del proyecto sea dentro de ocho días y 25 legisladores apoyaron que el estudio del proyecto se realice ayer.