Él cumple ante la jueza de Ejecución, Yolanda Morel, una sentencia dictada en su contra por la justicia del Brasil por supuesto lavado de dinero.
Con ello, debe comparecer mensualmente ante el juzgado para firmar el libro de comparecencia. Sin embargo, ayer, cuando llegó, le dijeron en el juzgado que no tenían el expediente y debía acudir ante el Tribunal de Apelación en lo Penal, Primera Sala. Acudió ahí y le dijeron que debía ser ante el juzgado.
Como no lo dejaban firmar, con lo que podía tenerse como que no cumplió con las condiciones, su abogado solicitó una escribana pública que certificó su asistencia.
La secretaria del juzgado, Cándida Fleitas, explicó que como la jueza estaba recusada, no podía hacerle firmar. No obstante, en Apelaciones señalaron que la actuaria podía certificar la presencia, ya que ella no había sido recusada.