“Hoy en día creo que lo mejor que se puede hacer es retirar el proyecto de enmienda, lastimosamente esto se personalizó”, comentó el diputado Óscar Tuma al periodista de ÚH, Roberto Santander.
Fue el mismo parlamentario quien hace unos meses presentó el documento que busca incluir la figura de la reelección presidencial vía enmienda. Ese mismo proyecto de ley fue el que generó polémica la semana pasada durante su tratamiento en la Cámara de Diputados.
“La intención mía era la de discutir si es conveniente para el país la reelección o no. Pero ni siquiera se debatió la posibilidad de que esto pueda entrar a regir desde el 2023”, señaló.
Lamentó que el análisis solo estuviera enfocado en que si la inclusión de la figura de la reelección beneficiaría a Fernando Lugo, Horacio Cartes o Nicanor Duarte Frutos.
“Está tan contaminado el tema de la enmienda que lo mejor sería retirar el proyecto y ver el año que viene si se puede plantear una discusión seria y que sea una propuesta de los candidatos a pelear por la Presidencia de la República”, concluyó.
La oposición en la Cámara Alta intentó tratar la semana pasada el respectivo proyecto para enviarlo directamente al archivo, pero los colorados oficialistas con ayuda de tres liberales lograron postergar su análisis por ocho días para que se trate luego de la convención de la ANR.
El Partido Colorado aprobó en su convención impulsar la figura de la reelección presidencial a través de las medidas políticas y los mecanismos constitucionales y legales.
En la primera parte de la convención el discurso de los convencionales giró en torno a la búsqueda de la unidad entre los sectores e incluso pedían que los oficialistas se abracen con Juan Carlos Galaverna, de manera a fortalecer la unidad en el partido, antes que las alianzas fuera de la ANR.
Ese espíritu cobró un giro de 180 grados en la segunda parte, cuando se habló de reelección y los convencionales pidieron “que rueden cabezas y que caiga la guillotina sobre quienes no apoyan la reelección”, en referencia a la disidencia.
Los senadores disidentes participaron de la asamblea y fueron abucheados por la mayoría a medida que ingresaban a la Junta de Gobierno. Mario Abdo Benítez, los demás referentes y convencionales disidentes abandonaron la convención antes de que se votara el proyecto pro reelección.
