Explicó además que al suspender la construcción de aliviaderos en el Parque Guasu, se genera un problema que afecta la seguridad operacional del aeropuerto, y una dificultad de impacto social, porque unas 10.000 familias de Limpio sufren los efectos de las inundaciones ante la falta de aliviaderos.
Según señaló, los aliviaderos ayudan a reducir la agresividad de las aguas del desborde del Itay para que la corriente vaya fluyendo luego más normal; así se evita que el desborde alcance la pista, al igual que a la población limpeña.