La revista brasileña Veja, en su número del pasado 20 de mayo, destaca que estas revelaciones son efectuadas por el ex presidente del Uruguay, José Mujica, en el libro Una oveja negra al poder, de los periodistas Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz.
De acuerdo con la publicación, mientras el Congreso paraguayo analizaba el juicio político al ex mandatario, Dilma Rousseff presionaba al presidente oriental para acordar la suspensión del Paraguay del Mercosur, más como un mecanismo para asegurar el ingreso de Venezuela al bloque que como una postura de verdadera defensa del orden democrático, tal como lo establece el Protocolo de Ushuaia.
Ante la renuencia de Mujica a aceptar esa propuesta, el entonces asesor especial para Asuntos Internacionales de la Presidencia del Brasil, Marco Aurelio García, llamó al gabinete del ex mandatario uruguayo para señalar que Dilma deseaba transmitir un mensaje “personalmente”.
“Un avión fue enviado por el Gobierno brasileño a Montevideo para buscar a un funcionario de confianza de Mujica. En Brasilia, la propia presidenta mostró fotos, grabaciones y relatorios de venezolanos y cubanos para probar que lo que acontecería en Paraguay sería un ‘golpe de Estado’ gestado por un grupo de ‘mafiosos’”.
“Cuando el enviado uruguayo comenzó a tomar notas de lo que oía, Dilma ordenó que rompiese el papel y dijo: ‘Esta reunión nunca existió’”.
Según la publicación, “Mujica no se perdona haber participado en la jugada contra el Paraguay. Según el libro, él la sentía como en una reedición de la Triple Alianza”, destaca Veja, entre otras consideraciones que evidencian la activa y reconocida participación del espionaje cubano-venezolano en nuestro país.