BRASILIA - BRASIL
La presidenta Dilma Rousseff renovó ayer su confianza en la jefa de Petrobras, Graça Foster, pero adelantó que realizará cambios en el Consejo de Administración de la mayor empresa del país, envuelta en un inmenso escándalo de corrupción.
“Graça es una persona ética. Me dijo que si toda esta situación perjudicaba al Gobierno o a Petrobras, ella colocaba su cargo a disposición sin problemas. Yo le dije que no era necesario”, contó Rousseff en un desayuno con periodistas en el Palacio de Planalto. “Yo quería a Graça de presidenta (de Petrobras)”, dijo.
El domingo, una ex gerenta de Petrobras dijo en una entrevista que informó personalmente a Foster sobre las irregularidades en contratos de la empresa. Rousseff, que hizo una cerrada defensa de la presidenta de la petrolera estatal, declaró al respecto no tener ningún indicio de falta de credibilidad en Foster, e insistió en que no hay pruebas formales contra ella y que nada le impide liderar los cambios y las investigaciones sobre corrupción necesarios en Petrobras. “Creo que hay un clima muy difícil para ella (...) pero por eso no la voy a sacar. ¿A quién le interesa sacar a Graça Foster? ¿Qué hay por detrás? ¿Por qué voy a interrumpir ese proceso (de investigación que Foster lidera)?”, consideró Rousseff.
“medidas drásticas”. Rousseff afirmó que en 2015 adoptará “medidas drásticas” para recuperar la maltrecha economía del país, aunque aseguró que el ajuste no afectará a los planes sociales de su Gobierno. “Nos vamos a preparar para organizar la casa y tener en 2015 una retomada (del crecimiento)”, declaró la mandataria, reelegida para un segundo mandato que comenzará el 1 de enero, durante un desayuno con periodistas con motivo de la Navidad. El bajo crecimiento fue un talón de Aquiles durante el primer mandato de Rousseff, que comenzó en enero de 2011, después de que el año anterior la economía brasileña se expandiera 7,5%.
En 2011, el crecimiento fue del 2,7 %, cayó al 1,0 % en 2012 y llegó al 2,3 % en 2013, mientras que para este año los analistas del sector privado lo sitúan en un escaso 0,13 %.