“Estas algas no son las cianobacterias, eso implica que no hay un riesgo por dicho florecimiento. Es más bien un factor estético y no tóxico”, indicó el director de Digesa, Luis Leguizamón.
El informe de la dirección señala que durante el recorrido se observó acumulación de algas, principalmente, en la costa de la playa Rotonda en San Bernardino y en el sector de la playa municipal de Areguá, donde la extensión de florecimiento fue mayor.
Cabe destacar que en este último municipio las basuras imponen presencia a unos pocos metros del muelle. En el sitio se encuentran desde plásticos hasta neumáticos, que acompañan a las algas verdes en el emblemático lago.
A esta situación se le suma una considerable bajante del agua tras la última sequía, que dificulta el paseo fluvial.
La presencia de estas algas verdes, según Digesa, es atribuida a factores como la alta radiación solar, la elevada temperatura de ambiente y la biodisponibilidad de elementos como el fósforo. Estas condiciones generan un ambiente propicio para la aparición de floraciones de algas, entre ellas de cianobacterias, en el lago, según el comunicado.