César confesó ante la Fiscalía que fue autor del crimen e implicó a su padre. Lo mató por un problema que tuvieron por un negocio con cheques de una tercera persona, que sería el intendente de Puente Kyhá, Ariel Araújo, dijo. Según el hombre, este negocio fue el inicio del problema. “Todo empezó con descuentos que solíamos realizar con cheques de terceros. Negociamos varias veces. Llegamos a cancelar la cuenta y eso le molestaba. Siempre me amenazó de muerte. En total cuatro veces me amenazó y lo que hice fue defenderme”, se justificó.
De acuerdo a su declaración, debían reunirse en Katueté para conversar acerca de la pelea que hubo entre ambos. Se trataba de una amenaza de muerte que le habría hecho el pasado martes el hoy fallecido dentro de un banco.
“Fui a hacer un requerimiento a un cliente que me debía un millón de guaraníes en Katueté y allí estaba con su camioneta. Le llamé por celular para conversar. Me acerqué a hablar con él y me dijo que me busqué el mayor problema de mi vida. Aceleró hacia atrás y no tuve otra opción que defenderme. Él tenía un arma en la puerta de su camioneta”, señaló.
TEMOR. “Estoy arrepentido por lo que hice. Temo una represalia, sobre todo por mi familia”, dijo Julio César.
Tras ser detenido, dijo que su padre lo acompañó. La Fiscalía ya tenía esa información, ya que el ataque fue desde ambos lados y con armas de diferentes calibres.
Supuestamente la reunión se dio para aclarar el drama, pero todo parece, según la Fiscalía, que era un plan para eliminar al prestamista.
Julio César manifestó que en la casa de su padre, en La Paloma, Canindeyú, estaba guardada una de las armas utilizadas en el ataque.
Los agentes policiales hallaron el arma de fuego en la vivienda de Fidelino, implicado en el caso por su hijo. La policía analizará el arma de fuego incautada.