Agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas y fiscalizadores de la Secretaría del Ambiente, luego de un intenso recorrido en la zona, lograron encontrar tres parcelas de plantíos de marihuana en etapa de crecimiento, totalizando ocho hectáreas.
Con la destrucción de este cultivo, la Senad evitó la producción de 24 toneladas de marihuana, que significa un perjuicio económico de aproximadamente USD 4.800.000. Según los datos manejados, el mercado final de destino era el Brasil.
Según los intervinientes, los responsables dedicados a la producción de marihuana ingresan clandestinamente a las reservas de propiedades privadas, donde montan campamentos para el cultivo y acopio de la hierba. En esos lugares, a más del ingreso ilegal y la producción de drogas, depredan grandes superficies de bosques.