Quesnel fue condenado por vender unas 25.000 hectáreas de tierras pertenecientes a la comunidad Cuyabia, de la etnia Ayoreo, en el Chaco paraguayo. El tribunal que dictó la sentencia, integrado por los jueces Blanca Gorostiaga, Gloria Hermosa y Carlos Hermosilla, también condenó a la escribana Justina Maribel Esteche Bareiro, en calidad de cómplice, a dos años de prisión, con suspensión de la ejecución de la condena.
El fiscal adjunto Federico Espinoza, los agentes fiscales Alba Delvalle y José Dos Santos, junto con la directora de Derechos Étnicos Dora Penayo, destacaron la decisión del tribunal de salvaguardar los intereses culturales y las costumbres de los pueblos originarios, basándose en las convenciones internacionales.
Sobre el punto, recordaron que en el juicio oral la Fiscalía logró que se recuperen las propiedades ancestrales de los ayoreos, así como el dinero abonado por las mismas.
Los antecedentes del caso señalan que en octubre del 2012, Quesnel autorizó la venta del inmueble perteneciente al Indi, en el Departamento de Boquerón, a Julia Vargas. Esta última fue sobreseída antes del juicio.
Por su parte, la defensa de Quesnel sostuvo que la sentencia fue injusta, debido a que no hubo un daño patrimonial, porque las tierras fueron devueltas a las comunidades indígenas.