El propio titular del Senado, Roberto Acevedo, había señalado que las cifras eran muy elevadas y habló de eliminar los almuerzos de los legisladores porque muy poca gente hace uso de ese servicio en la Cámara Alta.
También había indicado que la institución ofrece almuerzo al personal policial y, ocasionalmente, hay servicios gastronómicos en reuniones y recepciones durante algún festejo. Los legisladores se sirven los almuerzos los jueves, día en que sesionan.
El llamado a licitación del año pasado para el rubro gastronómico era de un monto cercano a los USD 190.000, cifra que fue criticada, tras su publicación por ÚH, lo que obligó a los legisladores a reducirla.
Ayer, luego de hacerse público el nuevo llamado a concurso por el Senado para la adquisición de comidas, una lluvia de críticas lanzó la ciudadanía a través de las redes sociales.
“Y mientras tanto el pueblo comiendo (si come) una sola vez.... felipito con rodajas de queso o fiambre...”, escribió Luis Alberto Riveros.
“Mangas de zánganos y vividores del Estado paraguayo”, escribió por su parte Hugo C. González.