“Me dieron el número, pero ellos no se organizan. Es un desastre la atención”, dice ofuscada Laura, quien hace diez años es usuaria del centro asistencial. Denunció además que el funcionario que se encargaba de atender a las personas en la ventanilla lo hacía de manera desagradable. “Me equivoqué a darle los datos de mi casa. Le dije que no era importante. Él me dijo que sí, pero lo hizo de muy mala manera”, revela Giménez, quien informó al director del hospital sobre el maltrato.
Laura no fue la única que se quejó por el maltrato verbal que recibió de parte del funcionario del hospital. También otra persona, que prefirió el anonimato, refirió lo mismo. “A mí me pidió la tarjeta de mi hijo. Acá no me dieron nunca. El que atiende está argel parece”, señaló.
El subdirector del Barrio Obrero, doctor Luis Ramírez, señaló que cuando ocurren ese tipo de situaciones solicitan que las personas afectadas redacten una nota contando el hecho. En cuanto a las medidas a tomar en estos casos, menciona que primero se verifica con el funcionario qué pasó.
“En caso de reincidencia existe la sanción pecuniaria. Si ocurre por tercera vez, se puede ordenar el traslado del personal”, explicó el doctor Ramírez.
Desorganizado. Las quejas también se trasladan al desorden en la entrega de números para la atención. El cuestionamiento proviene principalmente de adultos mayores. Señalan que ellos esperan su turno, pero al momento de expedir los números, otras personas se adelantan sin respetar la fila. También se habla de privilegios para amigos de doctores. Ante el primer punto, el doctor Ramírez señaló que hace falta mayor solidaridad de parte de la gente. Con lo segundo, refirió que se está haciendo frente a esa situación.