PEDRO JUAN CABALLERO
En la fracción Santa Teresa, del barrio Obrero, de Pedro Juan Caballero, cinco hombres fuertemente armados habrían raptado a dos hermanas. Desde que se conoció y fue denunciado el hecho, la Policía Nacional se abocó a la búsqueda de las mismas, tratando de recuperarlas con vida.
Las víctimas son Adriana Aguayo y su hermana Fabiana Aguayo, de 29 y 25 años respectivamente, quienes fueron llevadas a la fuerza en una camioneta Mitsubishi Tritón de color blanco.
El supuesto secuestro se registró alrededor de las 17.00 horas de este miércoles, cuando las hermanas estaban en su vivienda particular. A esa hora, los hombres armados con pistolas ingresaron a la casa y dispararon al perro, matándolo, para llevarse posteriormente a las mujeres. La policía encontró en el sitio cuatro vainillas servidas y percutidas calibre 9 milímetros.
El comisario Víctor López, del Departamento de Investigación de Delitos, manifestó que una criatura, hijo de Adriana Aguayo, estaba con las mujeres cuando sucedió el secuestro y posteriormente fue llevada con su abuela.
El fiscal interviniente indicó ayer que irá hasta la vivienda, mientras que la policía verificará las características del vehículo utilizado, para lograr su ubicación.
En el domicilio y en una camioneta que estaba estacionada en el interior fueron encontrados entre 200 a 500 gramos de marihuana.
El comisario López refirió que, según las evidencias que encontraron en el lugar, una de las mujeres se dedicaría a la venta al menudeo de marihuana. En el año 2012 el concubino de Adriana Aguayo había sido asesinado en la zona de Capitán Bado.
OTRO RAPTO. Ayer al mediodía ocurrió otro rapto de dos adolescentes de 14 y 16 años de edad en el barrio San Pablo, de Asunción, según la denuncia que fue presentada en la Comisaría 16ª Metropolitana.
Las menores de edad, alumnas del Colegio Nacional Pablo L. Ávila, fueron alzadas a la fuerza a un vehículo de color oscuro por dos hombres armados sobre las calles Carios y Panambi Vera, del barrio capitalino. Inmediatamente, los captores les colocaron capuchas a las menores.
Sin embargo, las víctimas fueron liberadas posteriormente en la ciudad de Ñemby, porque, según declaró ante la policía el padre de una de ellas, escucharon a los delincuentes decir que se equivocaron de objetivo.
La policía no tiene aun pistas de los autores.