“Si nos ubicamos en los años 2010 y 2013 vemos crecimientos cercanos al 14%, si usamos ese mecanismo de ajuste estamos hablando de un 14% de PIB más una inflación de 4,5%, estaríamos con un reajuste de 18,5%”, explicó.
Añadió que la composición del crecimiento económico en estos años estuvo muy ligado por el dinamismo en la productividad del sector agrícola, no así en los otros segmentos económicos.
“Entonces, con esto estaríamos sometiendo a otros sectores que no tienen igual productividad a un aumento que probablemente no lo puedan absorber y, eso sí, tendría un efecto en el empleo”, resaltó el economista.
Esta manera de calcular los reajustes del salario base afectarían principalmente al sector industrial y al de servicios, que al no tener un dinamismo similar al que tuvo el sector agrícola –siguiendo con el ejemplo de los años 2011 y 2013– puedan responder a este mayor costo, agregó.
Dijo que es más factible la propuesta del Poder Ejecutivo de tener ajustes indexados a la inflación anual, puesto que los incrementos al salario base se realizarían en el mismo nivel con el que cierra el aumento de costo de vida.