Los actores que tienen a su cargo la depuración de la bastardeada educación superior, son las principales autoridades de las universidades que tienen allanado el terreno para captar la fuga masiva de afectados por el cierre de sus carreras.
La reciente clausura en la Universidad Autónoma del Sur (Unasur) dejó a la deriva a por lo menos 9.000 estudiantes.
“Yo me siento perseguido”, afirmó Arnaldo Decoud, dueño de la Unasur. Le sorprendió –dijo– la “arbitrariedad” en el procedimiento del Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) para cerrar de un plumazo 14 carreras.
“Hay situaciones mucho más graves de las que se dan en Unasur. Por ejemplo, la Universidad San Sebastián de Pilar funciona al lado de una gradería de un colegio secundario. Y de esto se informó al Cones y nunca movió un solo dedo”, cuestionó el diputado Víctor Ríos, rector de la Universidad Nacional de Pilar (UNP).
Para él, se está incurriendo en una “depuración selectiva” de las ofertas académicas. Ríos fue proyectista de la Ley de Educación Superior y, en su opinión, el “grave error” fue incluir a los rectores como miembros –algunos como “natos"– del órgano regulador.
“Hay universidades privadas que sobre todo abusan de la situación, hay una necesidad de depuración, pero hay también mucha plata en juego y muchas universidades van a ganar muchísima plata a partir de lo que está ocurriendo con Unasur”, remarcó.
Inevitable. Este momento “se veía venir”, señaló a su vez el Dr. Antonio Cubilla, profesor emérito de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), con referencia al drama que genera el cierre de carreras con miles en las calles, sin saber qué hacer ni adónde ir.
“Había que empezar a poner una mirada crítica hacia las instituciones educativas denominadas universitarias que no están cumpliendo con lo que se espera de una universidad”, expuso al aclarar que confía en el trabajo que realizan los miembros del Cones.
En EEUU –dijo– un organismo de este tipo es “totalmente independiente”, sin que sus miembros tengan directa participación en las universidades. De lo contrario –comparte–, se convierten en juez y parte. “Es inevitable ver este cuestionamiento que se hubiera evitado si es que se aceptaba la sugerencia que hicimos en su momento”, contó sobre lo que propuso junto a un grupo de investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) al entonces anteproyecto de ley de educación superior.
Lo que ha ocurrido es una estampida de estudiantes a otras universidades y eso significa redistribución de la riqueza. El Cones también se ha constituido en herramienta de persecución de enemigos políticos o económicos. Víctor Ríos, diputado.
Profesionales independientes deben integrar el Cones
El Dr. Antonio Cubilla, profesor emérito de la UNA, contó que cuando integraba el Conacyt, en el 2009, sugirió junto al plantel de investigadores que el órgano regulador debería estar integrado por personas independientes a las universidades. “Habíamos dicho que los miembros no deberían estar involucrados en instituciones de educación en la actualidad; deberían ser personas académicas de alto nivel, pero que no estén involucradas en el momento de la elección en un cargo público o privado. Eso daría la independencia suficiente para que no haya este tipo de cuestionamientos”, detalló al indicar que se había dejado constancia de eso en un borrador en el marco de la elaboración del proyecto de ley de la educación superior. A su criterio, y a modo de despejar suspicacias, el Cones debería actuar con una especie de “autocrítica”, en el sentido de que “las instituciones donde están los miembros del Cones también sean evaluadas con idéntico rigor”, precisó.
Opina que el drama de los estafados trasciende la educación para volverse un drama social y no académico.
El MEC juega su propio partido y se desmarca de cierre
Pese a que integran el Cones, las autoridades del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) emplean un discurso más conciliador, en cuanto a la clausura de carreras de la Unasur que dejó a miles de jóvenes en la incertidumbre.
“Hay versiones encontradas, porque aparentemente la resolución firmada no se compadece con lo que el cuerpo había decidido. Lo que hay que hacer es pedirles tranquilidad a los chicos”, señaló durante la semana última el ministro Enrique Riera. En esa sintonía, y en el mismo día, Pedro Vera, director de Universidades e Institutos Superiores del MEC, afirmó que ellos son partidarios de “aceptar la reconsideración” propuesta por Unasur. El miércoles pasado se reunieron autoridades del MEC y Unasur.