Varias dependencias del RC4, ubicado en Loma Pytá, literalmente se caen a pedazos. La absoluta precariedad en la que se encuentran sus instalaciones (ver fotografías) se evidencia principalmente en los dormitorios de los personales, la cocina, así como los sanitarios.
Las quejas de los oficiales y suboficiales son constante, habida cuenta de que las refacciones nunca llegan y consideran hasta inhumano vivir en esas condiciones.
Sin embargo, no encuentran respuestas, según denunciaron algunos uniformados que pidieron el anonimato por temor a represalias.
La falta de agua caliente y calefacción durante el invierno, el deterioro del material con el que trabajan o el hecho de tener que pagarse la comida y llevar sus propios colchones o insumos (como papel higiénico) son las principales quejas de los uniformados.
El cuartel o Escuela de Caballería, en el año 2016 destinó más de 503 millones de guaraníes en el presupuesto. Sin embargo, nunca se realizaron las refacciones requeridas. Según las denuncias, la mayor parte de ese monto va para cupos de combustibles o pago de salarios para los altos mandos.
Según datos oficiales, solo el 10% del presupuesto del Ministerio de Defensa va destinado a los gastos de infraestructura de los cuarteles. El resto, a pago de salarios.
Según la denuncia de los militares, el comandante del RC4, Cnel. Ricardo La Piedad Alcaraz Galeano, exige a sus subordinados comprar los insumos necesarios.
En caso de que no lo hicieran, son llevados castigados hasta la guardia, donde deben pasar todo un fin de semana en la más absoluta precariedad.
En el RC4 prestan servicio 110 suboficiales, 70 oficiales, 56 cadetes y 35 soldados.
Además, se encuentran los comisionados que realizan cursos de ascenso, entre ellos 6 oficiales y 33 suboficiales.
Desayuno y almuerzo. La denuncia que recabó UH de algunos uniformados también incluye el pago mensual de G. 150 mil cada uno para la compra de sus desayunos y almuerzos. “Si uno no paga se le arresta, porque es obligatorio según el comandante, y el desayuno es pésimo y almuerzo también. Se debe poner fin a esto”, expresó un uniformado.
Zonas viejas. Por su parte, el comandante del RC4, el coronel Ricardo Alcaraz Galeano, desmintió las denuncias y aseguró que las zonas donde hacen falta una remodelación son dependencias antiguas.
“No sé que parte ha de ser, nosotros tenemos dependencias antiguas, no sé si de ahí habrán sacado las fotografías, pero tenemos dependencias nuevas como los baños que son utilizados por los personales. Hay zonas antiguas, hacia el sector de Acá Carayá que son viejas, tenemos personales que son del Regimiento, pero las zonas viejas están para ser remodeladas y las zonas que son utilizadas están en buenas condiciones”, aseguró el comandante tras ser consultado.
Sobre el supuesto descuento que realizan a cada uniformado para su desayuno y almuerzo, sostuvo que se trata de “pequeños aportes” que se realizan todos los cuarteles.
“Es el aporte que hacen, no es un descuento compulsivo. Hay una comisión de casino que le llamamos, que se trata de la gente que aporta como una pequeña cantina. Yo aporto G. 50 mil para que puedan desayunar dentro del cuartel dentro de un mes, es el servicio de casino que se hace en casi todos los cuarteles, no hay cuarteles que se licite alimentación”, expresó.
Desfile. El pasado 21 de abril, Día de la Caballería se llevó a cabo un desfile militar en el recinto del RC4, al cual asistió el presidente de la República. Sin embargo, no salió del todo bien, ya que muchos tanques Stuart no contaban con combustible ni batería, según las denuncias de uniformados.
El comandante del RC4, sobre el punto, sostuvo que casi todos los tanques están en condiciones y que algunos llevan su tiempo de reparación porque la adquisición de sus repuestos lleva tiempo.
“Hay gente que quiere perjudicar a la institución”, dijo.