Entre los fugados se hallaba un adolescente de 15 años de edad, y otros dos hombres llamados Rogelio Dionisio Suarez Mello y Elvio Vera.
El techo del calabozo en el que se encontraban era de hormigón y carecía de varillas de hierro. Solo contaba con tejas y tejuelones, que fueron levantados con el mango de una cuchara y una bombilla, según los investigadores.
Los recapturados aprovecharon la tranquilidad de la madrugada para fugarse, teniendo en cuenta que solo dos agentes estaban de guardia, mientras el resto de la rotación de turno estaba en la calle.
“En una parte del techo, que se puede decir es muy frágil, se tiene el machimbre clavado por el tirante, y encima las tejuelas y las tejas (...) que son muy fáciles de quitar, teniendo en cuenta que ese machimbre no es de primera calidad”, indicó el comisario Felipe Valdéz, en una entrevista concedida a Telefuturo.
El calabozo fue construido por la empresa Todo Verde, que sigue siendo investigada por la fiscalía por no haber concluido la construcción de las obras en las comisarías, según el fiscal Aldo Cantero.
El contrato con esta empresa, por el cual se pagó la suma de G. 12 millones, fue firmado durante la gestión del ex ministro Rafael Filizzolla.