Por Andrés Colmán Gutiérrez y
Juan José Brull
ITAPIRÚ - ÑEEMBUCÚ
La lancha de la Armada Nacional se desliza a gran velocidad, hasta que una fuerte correntada obliga a reducir la marcha. Es la fuerza del choque entre el cauce del río Paraná con el del río Paraguay, formando el delta de Itapirú, donde comienza el país.
“Esta es la puerta de entrada al Paraguay, por aquí llegaron los conquistadores españoles y aquí comenzó también la invasión del ejército de la Triple Alianza al territorio paraguayo, luego de que el Fuerte de Itapirú resistió durante 12 días a los bombardeos”, destaca Vicente García, encargado del Museo Histórico de Paso de Patria, que funciona en el ex cuartel del mariscal Francisco Solano López.
En la actualidad, hasta Itapirú solamente se puede llegar por agua, desde que las inundaciones alteraron la geografía y convirtieron la punta del Paraguay en una isla. El comandante de la Prefectura Naval de Paso de Patria, capitán Cristian Ortiz, nos permite participar de una expedición de patrulla hasta el histórico sitio, oportunidad en que podemos admirar, además, el hermoso paisaje formado por la confluencia de ambos ríos.
CONTROL. Lo que más llama la atención es la diferencia en el color de las aguas de los dos ríos, al chocar. El cauce del río Paraguay es más pacífico y de color marrón, mientras el del Paraná es azul y tumultuoso.
“Esta fue siempre una región estratégica para el control de las aguas fronterizas. El Fuerte de Itapirú fue la primera línea de defensa durante la Guerra de la Triple Alianza. Actualmente, sigue teniendo mucha importancia, pero los tiempos son distintos, el control de las aguas territoriales lo hacemos con mucha cooperación de las autoridades argentinas”, explica el capitán Ortiz.
En el sitio donde antes estuvo edificado el Fuerte, construido en la época del dictador Gaspar Rodríguez de Francia, ahora hay un nuevo cuartel de la Armada.
“De aquel Fuerte, que fue tan importante para nuestra defensa, solo quedan los cimientos de piedra y argamasa”, explica Vicente García, mostrando los restos de aquella fortaleza.
ASEDIO. El dictador Francia había construido un murallón, que luego, en 1846, el presidente Carlos Antonio López convirtió en una base militar permanente, con una batería de cañones.
Al iniciarse la Guerra de la Triple Alianza, Francisco Solano López hizo de Itapirú su primera línea de defensa. En abril de 1866, inicialmente al mando del general José María Bruguez, el fuerte resistió los ataques durante 12 días, hasta que finalmente cayó el 18 de abril.
Hay un famoso cuadro del pintor y soldado argentino Cándido López, que muestra la alta barranca de Itapirú tomada por las fuerzas de ocupación, con la flota de barcos del ejército aliado en toda la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay.
TURISMO. A 150 años de la Guerra de la Triple Alianza, la región de Itapirú se ve nuevamente invadida por brasileños, pero ya no militares guerreros, sino turistas pescadores.
“La riqueza de los peces que se encuentran en estas aguas atrae hoy a muchos visitantes, especialmente brasileños, por lo que reclamamos se mejore la infraestructura de acceso a nuestros sitios históricos, para convertir a todos los escenarios de la Guerra Grande, hasta ahora muy olvidados, en lugares de peregrinación patriótica y turística”, destaca Vicente García.