A las 11.35 de ayer el silencio se apoderó de un sector de la compañía de Aldana Cañada, en la ciudad de Capiatá, cuando una potente motobomba dejó de trabajar y extraer el agua que se acumuló en el enorme barranco hecho durante seis días en el lugar que forma parte del Acuífero Patiño. La profunda perforación del terreno se hizo para la búsqueda de un supuesto cofre con 10 mil kilos de oro que se habría ocultado en el lugar durante la Guerra de la Triple Alianza.
A la vez, dos retroexcavadoras hidraúlicas empezaron a remover el gran cúmulo de tierra extraída que estaba a los costados y se lanzó al vacío, a fin de llenar el enorme barranco que se formó perforando el terreno en la búsqueda del cofre, tocando varias vetas de agua, que según técnicos de la Secretaría del Ambiente (Seam) forman parte del Acuífero Patiño.
La finalización de la búsqueda del oro y volver a rellenar el terreno fue anunciada por el explorador Juan Alberto Díaz. Dijo que la determinación no fue por la orden de la Fiscalía que pidió al juzgado de Capiatá la suspensión de la obra y la imputacion de Díaz, notificaciones que hasta ayer no recibía, sino para dar tranquilidad al intendente de Capiatá, Antonio Galeano (ANR).
“El intendente es mi amigo y me apoyó al inicio y está recibiendo demasiadas presiones y es mejor cerrar todo, por más que él me dijo que puedo seguir. Además, hay que cerrar antes que llueva para poder usar la arena sacada”, señaló Díaz.
Un poco antes que empezaran a rellenar el gran barranco, Sofía Vera, directora general de Recursos Hídricos de la Seam y técnicos del área, recorrieron el lugar y estimaron que la excavación se hizo en unos 15 metros de profundidad. Cubre unos 50 metros de largo y 30 metros de ancho.
“Esto forma parte del Acuífero Patiño, y aquí se estuvo bombeando y desperdiciando gran cantidad de agua del acuífero, y esto va a reducir en algún momento el nivel de agua en los pozos artesianos de la zona”, indicó Vera.
Luego, recorriendo la cercanía, en una vivienda vieron que un pozo de agua estaba con menor nivel, que un joven señaló que está así desde hace unos días.
Vera dijo que para el cierre del lugar previamente “se deben aislar las vetas de agua y luego rellenar con la misma tierra extraída, a fin de evitar la mezcla del agua del acuífero con la tierra removida”. Este aislado de la capa con agua no se realizó antes de empezar a arrojar la tierra al barranco.
La técnica de la Seam no ocultó su preocupación porque el agua se lanzó a la calle y a terrenos baldíos (espacios contaminados), y de ahí fue a un arroyo que conecta con el Yukyry y llega al contaminado lago Ypacaraí.
Anoche, seguían trabajando dos obreros con las máquinas para rellenar el predio. La tierra existente no cubrió todo el amplio terreno afectado; anuncian para hoy traer tierra de otro sitio y por último compactar el terreno.