Con una fuerte custodia policial y medidas de seguridad extremas, se prepararon en el Palacio de Justicia para recibir al uniformado que se presentó a declarar ante el juez penal de Garantías José Valiente, informó la periodista de ÚH, Marcia Martínez.
Luciano Valenzuela es considerado como el testigo clave del robo de los 252 kilos de cocaína de la jefatura donde esa noche hacía guardia.
Aseguró que uno de sus camaradas, el suboficial Santiago Ferreira Coronel, quien se sumó a última hora a la guardia de aquella noche del 17 de enero, lo amenazó con un arma de fuego con la que lo apuntó a la cabeza para impedir que cuente lo que vio.
Por temor y por desconfianza a las autoridades de Pedro Juan Caballero, Valenzuela pidió declarar en la capital del país, donde está siendo resguardado.
Es el mismo testigo quien asegura que fueron el suboficial Ferreira y sus camaradas Lucio Recalde Melgarejo y Celso Fleitas quienes sacaron las tres bolsas con la droga, las pasaron por el patio de la sede de la Gobernación de Amambay (adjunta al predio de la Jefatura de Policía) y se las entregaron al capo narco Clemencio Gringo González Giménez.
Gringo, presuntamente, llegó a recoger las bolsas de cocaína en un auto Volkswagen CrossFox, de color rojo, en compañía de su hijo, Édgar López, y de la esposa de este, María Elizabeth Ferreira Coronel, quien es hermana del policía Ferreira.