“Más allá de las reivindicaciones, la forma actual de protesta es inadecuada y causa un grave perjuicio a todas las personas vinculadas a la universidad”, señalan en dicho escrito.
Refieren además que a pesar de los intentos, no se vio un avance significativo en destrabar el conflicto.
“Queda muy claro que el diálogo debe darse sobre las bases efectivas del bien común y por ende involucren a todos los actores relevantes de la familia de la UCA”.
Indican que notaron con preocupación la presencia de movimientos políticos. Dicen que estos movimientos se mostraban favorables a revisar hasta la identidad católica de la UCA, lo cual no concierne al problema actual.
Expresan su total apoyo a las iniciativas y acciones que puedan llevar adelante el rector Narciso Velázquez y los miembros del Consejo del Gobierno General de la Universidad. Insisten en el diálogo y en abrir las puertas de la sede central para volver a la normalidad.