En ausencia del rector Abel Bernal le tocó a su segundo, Héctor Rojas, finiquitar el impasse. Poco después de las 12.00 se conoció la noticia. “Lo triste es que una vez más la corrupción se enseñorea en la universidad (…) Después de esto creo que triunfó la corrupción”, disparó Checo y alegó que “la decisión que tomó el Consejo no tiene validez jurídica”.
El vicerrector homologó las resoluciones 9 y 10 por las que el Consejo Directivo de Economía ordenó la apertura de un sumario administrativo en contra del decano y apartarlo del cargo por 60 días, con goce de sueldo, mientras dure la investigación. En su reemplazo, en calidad de encargado de Despacho, fue confirmado el Dr. Adolfo Rodríguez.
El jueves último, una mayoría abrumadora del consejo aprobó ambas medidas enumerando “18 irregularidades”. Al decano lo acusan, entre otras cosas, de trabar los llamados para nombramientos, en especial, de profesores.
La mecha que encendió la hoguera fue la suspensión –vía amparo judicial– de un concurso, donde el consejero Roberti González se perfilaba para obtener su escalafonamiento y así poder postularse al Decanato en agosto entrante.
Cree que fue apartado a los apurones, pues se está a las puertas de elección de decano.
Planilleros. Checo señaló que quienes perdieron fuerza el año pasado con la revuelta estudiantil, ahora buscan volver. “En este consejo hay muchas personas que estuvieron en la administración anterior a ‘UnaNoteCalles’ y están acostumbrados a sacar de un plumazo a profesores que no comulguen con sus ideas”, dijo en referencia al entorno liderado por el ex decano Antonio Rodríguez.
A Checo lo nombraron decano en medio de la crisis en octubre pasado. “Devolvimos a la Facultad la paz, creamos un modelo educativo que antes no existía, eliminamos planilleros de estudiantes como de profesores”, apuntó. Encontraron –dijo– auxiliares de enseñanza que “ganaban más que los profesores”. Otros auxiliares “cobraban y no venían a trabajar”; por lo que “nos enfrentamos a una estructura acostumbrada a ese sistema prebendario”.
A su juicio, lo más preocupante es que el rector en ejercicio “fue cómplice” de esta “maniobra política” al avalar una resolución que tacha de ilegal. “Eso es muy grave porque desnuda la corrupción que existe en la UNA”, fustigó.
En la noche de ayer un grupo de alumnos frente al Decanato se manifestaron, repudiando la acción del consejo.