29 mar. 2024

De Beethoven a los Strauss, un paseo vienés por el cementerio de los músicos

Viena, 1 nov (EFE).- Ludwig van Beethoven, Franz Schubert, Johannes Brahms, la dinastía de los Strauss y otros grandes compositores vivieron sin saber que un día iban a ser vecinos en la eternidad, en “sepulcros de honor” ideados para hacer atractivo al público vienés el Cementerio Central de Viena.

Monumento en honor de Wolfgang Amadeus Mozart ubicado en el Cementerio Central de Viena, donde se encuentran enterrados Ludwig van Beethoven, Franz Schubert, Johannes Brahms, la dinastía de los Strauss y otros grandes compositores en "sepulcros de honor"

Monumento en honor de Wolfgang Amadeus Mozart ubicado en el Cementerio Central de Viena, donde se encuentran enterrados Ludwig van Beethoven, Franz Schubert, Johannes Brahms, la dinastía de los Strauss y otros grandes compositores en “sepulcros de honor”

“Las tumbas de honor son parte de la historia cultural de Viena. Son una gran distinción que da la ciudad más allá de la muerte a personalidades de la vida pública”, se explica en la página oficial de ese gran camposanto.

Tras morir en 1827, Beethoven fue enterrado en el cementerio vienes de Währing, en esa época un pequeño pueblo y hoy un barrio de la capital, pero las autoridades municipales lo exhumaron y lo volvieron a sepultar en 1888 en el Zentralfriedhof (Cementerio Central de Viena), que había sido inaugurado catorce años antes.

En su apertura, el 1 de noviembre de 1874, la necrópolis desató vehementes protestas y controversias tanto por la gran distancia que había que recorrer para llegar a él (en contraposición con su nombre se encuentra en la periferia de la ciudad), como porque se determinó que iba a albergar enterramientos de las más diversas confesiones.

Con una superficie de 2,5 kilómetros cuadrados y más de tres millones de muertos, el cementerio cuenta con enterramientos católicos y también secciones evangelista, ortodoxa, musulmana, judía y, desde 2005, un camposanto budista.

Frente a ese malestar, las autoridades tuvieron la idea de hacer más atractivo el gran parque, entonces aún en inacabables obras, llevando los restos de celebridades veneradas por los vieneses, y los grandes compositores eran los más populares en la “capital de la música”.

No pudieron hacerlo con Wolfgang Amadeus Mozart, pues murió pobre en 1791 y fue enterrado en una fosa común sin ataúd, de acuerdo a un decreto del emperador José II vigente entonces, por lo que casi un siglo después fue imposible identificar sin dudas sus huesos.

Pero como no era concebible que falte semejante genio en el Zentralfriedhof, se optó por erigir un monumento al compositor de “La Flauta Mágica” en el centro del grupo de sepulturas 32C, el de los músicos.

Así las cosas, ese conjunto de variopintas tumbas, con sus musas y partituras de piedra, es hoy “meca” de peregrinaje de melómanos de todo el mundo en cualquier época del año, y no solo el Día de los Difuntos, en el que el cementerio se llena de velas rojas que se encienden por las almas de los seres queridos que se han ido.

Pero los sepulcros “de honor” no están limitados a los músicos. Se convirtieron rápidamente en un éxito y hoy son una tradición muy valorada.

Se mantiene incluso la costumbre de traer los restos de quienes no murieron en Viena, ni siquiera en Austria, como es el caso, entre otros, del compositor Arnold Schönberg, creador del dodecafonismo, que huyó del régimen nazi a Estados Unidos, donde murió en 1951.

Un comité del departamento de cultura del Ayuntamiento es el encargado de decidir a quien corresponde esa distinción. Y si hay dudas, la última palabra la tiene el alcalde.

Según el decreto correspondiente, esa forma de sepultura es otorgada a “personalidades de las ciencias y las artes que han contribuido de forma considerable al prestigio de Viena”, y el Ayuntamiento corre con los gastos de su cuidado.

Actualmente hay ya más de un millar de “tumbas de honor” reunidas en diferentes “grupos”, entre las que destacan la del escritor Arthur Schnitzler (1862-1931) o la de “padre” de la logoterapia, Viktor Frankl (1905-1997).

También es muy visitada la del legendario músico de jazz Joe Zawinul (1932-2007), fundador del “Weahter Report”, o la de los compositores de vanguardia Ernst Krenkek (1925-2000) y György Ligeti, (1923-2006), conocido entre el gran público por la música de “2001: Odisea del espacio”.

Mientras que las losas y monumentos de las grandes celebridades evocan la riqueza cultural del antiguo Imperio Austro-Húngaro, y el vasto parque invita a disfrutar de la variada fauna y flora, no faltan las huellas de los capítulos más oscuros de la historia.

En esta necrópolis Viena enterró en 2002 los restos de 599 niños asesinados entre 1940 y 1945 en una clínica infantil durante el nazismo.

Una veintena de monumentos están dedicados a “víctimas” de diversos acontecimientos, entre ellos uno en memoria de los 300 austríacos que murieron luchando en la guerra civil española (1936-39) en las filas republicanas.

Las losas del cementerio judío “antiguo” (en el Zentralfriedhof hay también uno “moderno”) se pierden entre la hiedra, entre ellas las que albergan los restos de Jacob y Amalia Freud, los padres de Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, que tuvo que huir de los nazis a Londres, donde murió.

Por Wanda Rudich

Más contenido de esta sección
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, dio un golpe contra la ideología de género y decidió que esto no se incluya en la educación pública del país centroamericano. Aseguró que no permitirá “esas ideologías en las escuelas y en los colegios”.
El cofundador de FTX y el niño prodigio del mundo de las criptomonedas, Sam Bankman-Fried, fue condenado este jueves a 25 años de prisión federal y a reembolsar más de 11.000 millones de dólares por su condena por cargos relacionados con fraude y lavado de dinero.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó este jueves de que se espera que esta sea la peor temporada de dengue en la historia para el continente americano, una situación que se da en gran parte por el aumento global de las temperaturas y de los fenómenos meteorológicos extremos.
El papa Francisco celebró este Jueves Santo en la prisión femenina de Rebibbia en Roma, adonde acudió para presidir la misa de la última cena y lavar los pies a doce reclusas como Jesús a sus discípulos, un gesto que cumplió desde su silla de ruedas, emocionando a las mujeres.
Es Semana Santa y la Ciudad Vieja de Jerusalén está prácticamente vacía por el impacto de la guerra en la Franja de Gaza: tiendas con pocos clientes y pocos peregrinos, mientras los palestinos cristianos, muchos residentes en Cisjordania, no han obtenido permisos para visitar la ciudad santa.
El presidente de Argentina, Javier Milei, volvió a mostrar su distancia con los principales líderes izquierdistas de la región en una entrevista en la que llamó “ignorante” a su par de México, Andrés Manuel López Obrador, y “asesino terrorista” al mandatario de Colombia, Gustavo Petro.