El Gobierno cubano ha flexibilizado las restricciones sobre el empleo por cuenta propia en un intento por impulsar el ritmo de su estancada economía, lo que ha llevado a la creación de muchas pequeñas empresas que van desde peluquerías hasta restaurantes.
En un discurso en abril durante un congreso del Partido Comunista, el presidente Raúl Castro admitió que estas compañías estaban funcionando sin la debida personalidad jurídica, bajo reglas diseñadas solo para empresas pequeñas y familiares. El documento incluye 32 páginas y se refiere al plan aprobado en el congreso del Partido Comunista para continuar la hoja de ruta económica, dando a los cubanos luz verde para la creación de empresas privadas de mediana, pequeña y microescalas que serían reconocidas como entidades legales. Las nuevas medidas propuestas por el Partido Comunista, sin embargo, deberán ser aprobadas en la Asamblea Nacional (Parlamento) que tiene previsto sesionar en julio próximo, en la primera de sus dos reuniones anuales.
Economistas consultados dijeron que ese reconocimiento podría conferirles derechos adicionales como, por ejemplo, otorgarles capacidad para importar y exportar suministros independientemente del Estado.
“Queda por ver si se permiten estas actividades”, dijo Paolo Spadoni, un experto en el tema Cuba del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Augusta, en EEUU. REUTERS