REY DEL ORDEN. Lo más destacado de General Díaz bajo la conducción de Humberto García siempre fue el orden, la disciplina para ejecutar las estrategias tácticas; con ese argumento controló la iniciativa decana y de a poco fue adelantando líneas, tanto que para el gol de Sosa, antes Barreto desvió el remate de Cano y en el rebote había mucha más gente de las Águilas.
Con el marcador adverso, Chiqui Arce recurrió a William Mendieta para generar fútbol, pero este volvió a ser discontinuo y su aporte fue escaso. Luego se produjo el ingreso de Salgueiro, que fue aplaudido, pero no tan festejado como la salida de Zeballos. El charrúa trató de dar mayor vivacidad al equipo, pero también de a poco fue absorbido por la ansiedad imperante de parte de los franjeados (en cancha y gradas).
PURO EMPUJE. Olimpia fue incisivo en la etapa final del partido, en los minutos de reposición tuvo cuatro ocasiones claras para igualar el marcador, pero Medina y la muralla blanca creada por García se encargaron de acallar el grito de gol franjeado.
Cáceres no pitó dos penales, uno para cada lado. En el primer tiempo, Rolón derribó a Prieto y en el complemento Palacio, en su intento de rechazar, cae al césped, primero derriba a Salgueiro y luego impacta en su brazo izquierdo el balón.