“La cuestión de Venezuela va a ser quizás número uno en la lista de preocupaciones regionales para conversar en México”, reconoció días atrás un alto funcionario del Departamento de Estado estadounidense que pidió no ser identificado.
Los reflectores apuntarán a la sesión especial del lunes, incluida de último momento y al margen de la asamblea, que busca reponer una reunión del 31 de mayo en Washington, cancelada por falta de consenso.
Venezuela es sacudida por cotidianas protestas callejeras desde el 1 de abril, luego de que el Tribunal Supremo minara los poderes del Legislativo, las cuales recrudecieron tras el llamado del presidente Nicolás Maduro a una Asamblea Constituyente, considerada inconstitucional por el secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, y algunos países miembros.
Las sesiones especiales y los constantes pronunciamientos críticos desataron en abril pasado la furia de Maduro, que instruyó a su canciller a iniciar el proceso para retirarse de la OEA, que tomará dos años.
Las movilizaciones de chavistas y antichavistas seguían ayer. En tanto, el presidente Nicolás Maduro denunció que la red social Twitter desactivó las cuentas de varios de sus partidarios EFE-AFP