“Renuncié a la comisión directiva la semana anterior, principalmente por recomendaciones médicas. Además, no estoy de acuerdo con cómo se manejan ciertas cosas que ignoraba y a mí me gusta la transparencia”, expresó Echeverría, quien dejó el cargo de vicepresidente de APA y aseguró que “no tenía mucha competencia” en las decisiones del directorio.
Por su parte, Sacco manifestó que se retiró “porque estaba cansada de estar allí y hace tiempo que deseaba salir”, enfatizó que en ningún momento “estaba aferrada al puesto”.
“Me molesta mucho que nuestro nombre se esté manoseando, como si fuera que somos nosotros los que hicimos mal las cosas o como si fuésemos delincuentes. Somos artistas y nos deben el respeto por el trabajo hecho, dándole un servicio a los autores”, expresó Sacco.
Aclaró que lo cobrado es legal, ya que “la dieta está en los estatutos de APA y fue decidida en asamblea. Si se cobra por de más, debe ser por algún servicio prestado, ya sea por derechos autorales, por ser profesores de música (en el ente) o por ser secretario o tesorero”.
Asimismo, meses atrás renunció el asesor administrativo Óscar Martínez. Estas renuncias se dan en el marco de la fiscalización que realiza la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual (Dinapi), tras sospechas de irregularidades en APA.