El martes, las autoridades habían informado que un helicóptero oficial se había estrellado durante un operativo en la subregión conocida como Tierra Caliente, aunque sin precisar si se trataba de un accidente o de un ataque.
Ayer, el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, aseguró a Radio Fórmula que “efectivamente fue derribado”, y que las autoridades federales trabajan con las de Michoacán (oeste) “en la búsqueda de los que perpetraron este atentado”.
Según las primeras investigaciones, “un grupo (criminal) que se mueve en esa región” estaría detrás del ataque, que “aparentemente” habría sido perpetrado con un fusil de alta potencia Barrett calibre 50, precisó Sales.
En mayo del año pasado, el cártel Nueva Generación de Jalisco, un estado vecino de Michoacán, usó un lanzacohetes para derribar un helicóptero militar provocando la muerte de siete soldados y una policía que iban a bordo.
El ataque de Tierra Caliente, una zona azotada durante años por la violencia derivada del narcotráfico, tuvo lugar a unos tres kilómetros del poblado de El Chauz en momentos en que la violencia está resurgiendo en Michoacán.
Las autoridades acordonaron la zona, rodeada de plantaciones de limón y mango, mientras unos 150 militares y 50 policías de Michoacán fueron desplegados en la zona, constató la AFP.