Si bien Paraguay no figura en la reciente lista de naciones elegidas para el efecto, la estirpe de obispos paraguayos está en la órbita del papa Francisco, según puede entenderse de los dichos de monseñor.
Además, aclara, que si bien hasta ahora no hay un sacerdote purpurado paraguayo no es porque haya carencia de perfiles adecuados
“Él (Francisco) respondió que no va por ese lado, incluso, respondió estando en el avión, a su vuelta a Roma, tras su visita a Latinoamérica, que la cosa no pasa por ese lado. Dijo que aquí había no solo uno, sino un par de candidatos. Él no se refirió al perfil, sino más bien a personas”, comenta.
Ese episodio, dicho sea de paso, había alimentado la expectativa de que en esta selección de cardenales figure, por primera vez, Paraguay.
Rumores. En efecto, durante el fin de semana pasado trascendió durante algunas horas que monseñor Adalberto Martínez, arzobispo de Asunción, estaría en la nómina de seleccionados por el Papa.
“Personalmente no sé dónde se gestó ese comentario”, señala Giménez y destaca que –despejadas las dudas– “ahora ya se tiene la lista de naciones, no de personas, que no incluye a Paraguay”.
De forma particular, dice, no le conmovió el rumor de que el país estaba en la palestra de naciones con representación cardenalicia.
“No tengo absolutamente ningún pensamiento formado al respecto. Soy hombre de iglesia y escucho simplemente... y bueno, ya se verá oportunamente. El Papa es así, actúa y a veces desconcierta porque hace cosas y de repente sale con otra cosa y te sorprende”, afirma sobre la peculiar característica de Francisco.
El único. “Creo que Paraguay alguna vez va a tener seguramente un cardenal porque es hasta ahora el único país que no tiene en Latinoamérica. Va a llegar el momento, la hora, en que como Iglesia tendremos dentro del colegio cardenalicio a un representante paraguayo”, aventura el obispo de la Villa Serrana.
¿Qué le falta a Paraguay? A criterio de monseñor, nada. “Él (Francisco) habló muy bien de la Iglesia paraguaya, habló de una Iglesia alegre, gloriosa y heroica dando a entender con eso que no le falta nada”, remarca.
A su entender, el santo padre “constató y admiró la fe alegre y juvenil que hay en el país”. Incluso, rememora, cuando fue a visitar la ahora Basílica de Caacupé su pedido explícito fue que la imagen de la Virgen no sea sacada de su refugio “porque él quería ir a rezarle como un peregrino más”.
Requisitos. Giménez explica que cada Papa elige a ciertas personas que él considera que pueden ser sus colaboradores más cercanos. Aparte de eso, esa colaboración se da en forma de grupos de consejeros que desempeñan una labor específica dentro de la organización del Vaticano que tiene sus departamentos o congregaciones.
“En cada uno de esos departamentos hay 4 o 7 cardenales de acuerdo a las necesidades. Depende de la misión que tiene el santo padre sobre los obispos en cada país y de las necesidades”, dice y repasa que una de las necesidades concretas es “asegurar la cantidad de cardenales” que deben participar en la elección del próximo Papa, por ejemplo.
“Generalmente, los criterios están dados en la elección de los obispos. En el Derecho Canónico aparecen los criterios bien concretos para la elección de los obispos en cada iglesia en particular”, concluye.