En la propuesta se contempla otorgar créditos de hasta G. 30 millones a través del Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) y del Banco Nacional de Fomento (BNF).
Se prevé un plazo de diez años, con dos años de gracia y con intereses que no excedan el 8% anual para el CAH y el 9% para el BNF. Este crédito sería otorgado a “cada unidad familiar productiva y garantizado por sus organizaciones en el marco de un proyecto productivo organizado con cadenas productivas y cadenas de valor”, expresa el texto.
Así también contemplan créditos del CAH y BNF para los clientes morosos o cuyos casos fueron judicializados.
También se propone como tarea del Gobierno, dentro de la emergencia, facilitar insumos técnicos (semillas e insumos de control de plagas y enfermedades) y preparación gratuita de suelos.
Además de esta propuesta de decreto, los campesinos dejaron en el Congreso un anteproyecto de ley que crea el Sistema Nacional de la Agricultura Familiar Campesina y el Ministerio de Desarrollo de la Agricultura Familiar Campesina.