Las mariposas inspiraron la colección “porque quería que fuera algo romántico, femenino, delicado y que a la vez tuviera algo de fortaleza” dijo a Efe Picado, que de emigrante que vivió indocumentado durante diez años en Nueva York, con un salario de sólo 2,50 dólares la hora, se convirtió en un diseñador que ha vestido a estrellas como Lady Gaga, Madonna, Oprah Winfrey y Joan Collins.
“Fue muy duro y la pasé muy mal pero estaba determinado a que tenía que triunfar en este país”, dijo al recordar que nunca se dio por vencido y ahora apoya a diseñadores emergentes de su país para que presenten sus diseños en Nueva York.
Picado llevó a la pasarela por primera vez sus vestidos de novia, que ha creado por mucho tiempo para sus clientas, y lo hizo bajo su recién creada firma “Este y Chlo”, el pasado febrero, que surge de los nombres de su esposa Estela y de su hija Chloe.
El costarricense propone vestir a su novia en el tradicional blanco, pero también en azul pálido, con aplicaciones de flores colocadas una a una sobre el tul, para la colección primavera verano 2017.
El modisto presentó su propuesta con mujeres de tallas 0, 6, 8 y 10 y edades que fluctuaron entre los 14 y 44 años, que fueron entrenadas por él para desempeñarse hoy como modelos “porque quería demostrar que la mujer no vienen todas del mismo molde, que hay diversidad de cuerpos, personalidad, de color y etnicidad”.
“Creo que la mujer es la más fuerte en la sociedad, que es la fundación de la sociedad y me gusta demostrar que además de ser independientes y trabajadoras, pueden ser supermodelos, quería que se sintieran bellas, femeninas”, dijo el modisto durante el evento “Latinista Fashion Week”, un evento paralelo a la gran fiesta de la moda que se realiza en Nueva York, y que culmina mañana.
“El cuerpo de la mujer es como un lienzo para mí”, afirmó el modisto, de 47 años, que se inspiró en su abuela para seguir una carrera en la moda, que presentó además elegantes vestidos de noche, bordados a mano en pedrería, que le han dado a conocer.
César Galindo, de origen mexicano, fiel a su estilo, presentó por su parte una colección de vestidos largos y cortos, muchos de ellos holgados, que mostraban hombros y espalda con escotes pronunciados pero elegantes, entre los que no faltaron los drapeados y túnicas que siempre han dicho presente en su trabajo.
Galindo, con 26 años en la industria de la moda en los que ha trabajado para las firmas Calvin Klein y Dolce & Gabana, llevó a su pasarela los colores del jardín que inspiró su nueva colección, y así habían brillantes azules, anaranjado, fucsia, así como estampados, entre ellos de flores, en veraniegos vestidos, algunos de corte asimétrico.
“Es un jardín mágico”, dijo el modisto, el menor de once hijos de una costurera mexicana, que siempre se ha decantado por los colores brillantes porque dice que son parte de su estilo como latino.
No faltaron las piezas ceñidas al cuerpo, tanto de día como para la noche, varios en lentejuelas, porque es un enamorado de resaltar la figura femenina.