“El rechazo a la intervención no tiene que ver con quién sea el que encabece la intervención”, agregó. Los estudiantes realizaron una marcha ayer en horas de la tarde, para ratificar el paro.
“Llamamos al Cones a instalar una mesa de diálogo en la cual reflexionar en torno a otro mecanismo de colaboración de cara a la regularización que los estudiantes hemos asumido”, señaló Fernando Krug, de la organización UNA no te calles.
A los estudiantes les preocupa que no pueda haber un cambio de estatuto si no se sanea la UNA. Por eso, insisten en la renuncia de todos los decanos, como paso previo para lograr el cambio del estatuto. Sobre la intervención del Cones, en este momento, creen que es solamente para desmovilizarlos.
Arturo Cano resaltó que los avances que se ven en otras facultades se deben a la fuerza de los estudiantes y que los cambios que se irán dando no serán posibles con la intervención del Cones.
El pleno del Cones debatió por horas la nota de revocatoria que presentó la UNA para suspender la intervención por un tiempo. Aunque el rector interino de la UNA, Ricardo Meyer, intentó con todos los tonos posibles defender la postura de los estudiantes manifestados.
Diez miembros dijeron no a la propuesta de Meyer. No tuvo apoyo masivo, solo el representante estudiantil por las universidades públicas, Alejandro Sosa, votó por su moción.
El presidente del Cones, Hildegardo González, informó en conferencia de prensa que la intervención se instalará en cuatro días hábiles más en el campus de la UNA.
El interventor tomará posesión del Rectorado el martes 6 de octubre, junto a un equipo de colaboradores. Según la Ley de Educación Superior 4995/2013, el rector de la institución deberá ser separado del cargo.
Los miembros expresaron que los órganos de gobierno no serán suspendidos. Tampoco se podrá modificar el estatuto de la universidad durante la intervención.
González aclaró que solo si el interventor justificadamente pide la intervención de las facultades y filiales de la UNA, el Cones extenderá la investigación administrativa y académica.
Monseñor Michel Gibaud renunció al cargo de interventor. En su reemplazo, aceptó el desafío el doctor Aníbal Filártiga, actual director del Centro de Emergencias Médicas. El ingeniero Hildegardo González quiso dar tranquilidad a los estudiantes y planteó un trabajo en conjunto. La reacción de los estudiantes fue inmediata.
El rector interino Meyer no descarta recurrir a un pedido de inconstitucionalidad. Por de pronto dijo que convocará urgente al CSU para analizar el rechazo del Cones y dijo que la Asamblea Universitaria del 8 de octubre sigue vigente.