Sin embargo, los vecinos se encuentran con la desagradable sorpresa de que la obra, presupuestada en G. 457.920.000, solo abarca una de las márgenes de ese contaminado curso de agua, con lo que deja expuestas al desplome a las casas ubicadas en los altos barrancos de la costa izquierda.
Lidia López, de la Comisión Vecinal General Aquino, dijo que el mismo intendente Mario Ferreiro se comprometió a desarrollar estos trabajos en su totalidad para evitar que se derrumben cuatro casas que están hoy a merced de los torrentosos raudales.
“Las casas que están en la margen izquierda ya no tienen patio. Una de ellas ya perdió el baño y solo le queda una pieza que está al borde del abismo. Y extrañamente la construcción ya no cubrirá ese punto”, lamentó.
Informó que el defensor vecinal, abogado Bernardino Martínez, se reunirá con el director general de Obras de la institución municipal, ingeniero Samuel González, y los fiscalizadores, para conocer la situación que se plantea y ver qué solución se le puede dar.
“Se tiene que hacer en ambas márgenes porque de lo contrario la furia del agua va arremeter con todo contra las casas que seguirán sin muro”, expresó finalmente.