Mattis, de 66 años, es el primer militar retirado en liderar el Pentágono en 65 años y su nombramiento rompe con la tradición estadounidense del control civil de las Fuerzas Armadas.
Pocas horas antes del anuncio de su confirmación, Trump firmó la exención legislativa –aprobada por el Senado– a la ley que prohíbe que un militar retirado hace menos de siete años, como es el caso de Mattis, sea nombrado para liderar el Departamento de Defensa.
En su audiencia de confirmación en el Senado el pasado 12 de enero, el veterano militar, apodado “Perro Loco”, se mostró crítico con la actitud de Rusia en el mundo y alertó sobre el riesgo de que EEUU pierda influencia si no mantiene unas Fuerzas Armadas fuertes.
Mattis, considerado tanto por demócratas como republicanos un militar de gran valía capaz de oponerse a Trump si es necesario, se desmarcó varias veces en la audiencia de las ideas expuestas en el pasado por el nuevo presidente sobre seguridad y defensa. efe