El revuelo provocado por las confidencias del presidente francés, François Hollande, a medio año de las presidenciales, relegó a un segundo plano el primer debate televisado de los candidatos de las primarias de la oposición de derechas.
En un libro escrito por dos periodistas a partir de entrevistas con el jefe del Estado, Un presidente no debería decir eso, publicado el jueves, François Hollande criticó la Justicia, “una institución de cobardes”, juzgó que los futbolistas de la selección francesa adolecen de una falta de “musculación del cerebro” y confesó que autorizó, al menos, cuatro asesinatos de los servicios de inteligencia exterior.
Ante la rabia provocada por estas declaraciones entre los magistrados, Hollande manifestó “lamentar profundamente” haberlos realizado, en un correo que les envió el viernes, en el que afirmaba que estas “no tenían relación” con su manera de pensar.
El revuelo general provocado por las confidencias del presidente socialista que, según opiniones de su propio bando, debilitan la hipótesis de una candidatura, también llegó al debate televisado de los aspirantes de las primarias de la derecha, muy seguido por los telespectadores franceses.
El presidente “faltó gravemente a los deberes de su función y demostró una vez más no estar a la altura de su cargo”, reaccionó por su parte Alain Juppé, favorito de las primarias afp