Tres motochorros fueron hallados culpables del asalto a un militar, en octubre del 2014. Dos de ellos recibieron la pena de 24 años de encierro, mientras que el cómplice, 20 años de cárcel.
Los afectados con la condena más elevada de 24 años son Vicente Daniel Vespa Cardozo y Rolando Damián Martínez; mientras que Juan Valentín Insfrán recibió 20 años como cómplice.
El fallo fue dictado en forma unánime por los jueces de Sentencia Laura Ocampo, Jesús Riera y Juan Pablo Mendoza.
Por su parte, la fiscala Ariela Chaparro, en sus alegatos finales, había requerido las penas de 29 años de cárcel para los autores, y 21 años y medio para el cómplice.
LOS HECHOS. El caso se registró el 2 de octubre de 2014, en las calles Nuestra Señora del Carmen y López Moreira, de nuestra capital.
Resultó víctima Celso Cristino Romero Altamirano, quien recibió cuatro impactos de bala en el cuerpo. El militar salía de una entidad bancaria cuando se le acercaron los motochorros, armas en mano.
Según se probó en el juicio oral, los asaltantes le encañonaron para que entregara su bolso, que contenía nada menos que 21 millones y medio de guaraníes.
No obstante, la víctima lanzó su mochila sobre el techo de una vivienda para evitar que se lleven los asaltantes. Ante esto, los hombres le dispararon cuatro veces.
Los tiros impactaron en la zona del tórax de la víctima, por lo que el marino quedó tendido en el piso. Posteriormente, los autores del hecho se dieron a la fuga.
JUICIO ORAL. En el juzgamiento, la fiscala presentó las pruebas contra los acusados. Señaló que fueron Rolando Damián Martínez y Vicente Vespa, los autores materiales.
Mientras, Juan Valentín Insfrán fue cómplice de los hechos. Es más, todo fue filmado por una cámara de seguridad que fue exhibida durante el juicio oral.
El abogado querellante, en sus alegatos, dijo que si no fuera porque el calibre del arma era 22, el militar hubiera muerto.
Apuntó que uno de los proyectiles no pudo ser extraído porque ponía en peligro la vida de la víctima.
Ya en la argumentación, los jueces señalaron que con las pruebas se demostró la culpabilidad de los encausados en el hecho.
Con ello, entendieron que la pena justa y útil, era la de 24 años de cárcel para los principales implicados, y la de 20 años para el cómplice.
Los condenados se encuentran recluidos desde el año pasado, ya que los detuvieron meses después de ocurridos los hechos.