Cuatro misas marcaron el histórico festejo en el kilómetro 34 y medio de la ruta II. La más concurrida de todas fue la eucaristía que tuvo como protagonistas a los peregrinos con problemas de salud.
Pero antes, los integrantes de la juventud femenina y masculina recordaron cada uno de los años de trabajo y oración del movimiento. Con carteles en mano y un baile nacional veneraron a la Virgen en la explanada de la iglesia María de la Trinidad, que será inaugurada en diciembre.
Con alegorías del papa Francisco y del padre Kentenich, los peregrinos dieron las gracias por la obra de Schoenstatt en todo el mundo.
“Damos gracias por el impulso apostólico de las comunidades del movimiento”, se escuchaba desde los altoparlantes de Tupãrenda mientras la feligresía se acercaba lentamente desafiando a las altas temperaturas.
En la eucaristía previa al mediodía, el padre Santiago Cacavelos animó a la familia de Schoenstatt a encontrarse en comunión de cara al posjubileo. “Hagamos realidad la nación de Dios”, exhortó a iglesia llena.
Devotas como Floriana Vázquez, de Isla Umbú, comentaron que los fieles se acercan en masa por la necesidad de sanación. “Necesitamos de todo un poco, espiritual y física”, dijo mientras aguardaba con paciencia la misa de las 16.00.
Mensaje. El rezo del rosario se intensificó en todo el Santuario. Bajo carpas o quinchos estables, los peregrinos de varias ciudades del interior y de la Capital se unieron en oración hasta alcanzar las 2.000 avemarías.
Los devotos a la Virgen de Schoenstatt aprovecharon la jornada religiosa para bendecir sus vehículos, dar testimonio de su fe y hasta coronar a sus vírgenes, como Ramona Rodas, oriunda de Misiones, quien desde hace nueve años promueve el rezo a la Mater casa por casa en su comunidad.
La fiesta se extendió hasta el anochecer, con una misa por las familias y una emotiva serenata. Devotos de la Virgen de Schoenstatt se acercaron desde las ciudades fronterizas como Formosa y Resistencia.
Nilda Ávalos, en nombre de los 58 peregrinos que se sumaron desde la parroquia San Antonio de Padua de Resistencia, comentó que esta fiesta de la fe mariana sirvió para que pudieran visitar además a la Virgen de Caacupé. Entre rezos y cánticos, los demás fieles comentaron que fue una minifiesta de Caacupé, pero más ordenada.
Ana Graciela Rojas, de la organización, invitó a los feligreses a seguir sumándose hoy a Tupãrenda. Habrá tres misas, a las 9.00, 11.00 y 18.00, para honrar a la Mater.