Con la nueva venta de bonos soberanos, que se concretó el pasado miércoles, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) prevé culminar este año las principales obras emblemáticas que están en ejecución. Los nuevos proyectos que se financiarán con estos recursos son apenas la canalización del Pilcomayo y el catastro de la APP de las rutas 2 y 7 (ver la lista de obras en infografía). La cartera comenzará a utilizar los fondos desde abril.
La viceministra de Administración y Finanzas del MOPC, Marta Benítez, explicó que Obras Públicas previó el uso de 1,6 billones de los bonos (USD 285 millones) en su presupuesto de este año. Sin embargo, Hacienda otorgará menos recursos a la cartera, ya que de los 500 millones que se captó en el mercado bursátil internacional, percibirá 33% (USD 187 millones).
La funcionaria aseveró que los fondos serán utilizados en obras que en su mayoría están en etapa de culminación y que a su vez, ya estaban siendo financiadas con bonos emitidos en años anteriores. “Estas obras, en su gran mayoría están en ejecución. En algunos casos, estos bonos completan la contrapartida local de las obras que están siendo financiadas con fuentes externas (préstamos o donaciones)”, puntualizó.
RECURSOS SON INSUFICIENTES. Vale señalar que el MOPC ya recibió más de USD 1.000 millones de los bonos desde la colocación del 2013. En la primera emisión, percibió USD 300 millones que estuvieron atados a proyectos específicos, pero que luego fueron redireccionados a otras obras por falta de recursos, según se justificó.
Luego del redireccionamiento, la cartera tuvo que conseguir fondos para los proyectos que desde un comienzo dependían de los bonos de la primera emisión. Por este motivo, las emisiones del 2014, 2015 (reapertura) y 2016 –periodo en el que MOPC recibió más de USD 700 millones– fueron de libre disponibilidad, es decir, usaban los fondos de acuerdo a sus necesidades.
De igual manera, los montos que percibió la cartera fueron insuficientes. Por ejemplo, el año pasado utilizaron totalmente los bonos previstos en el presupuesto y se quedaron sin recursos en el último trimestre del año, por lo que incluso se atrasaron los pagos a las contratistas.
Ante esta situación, solicitaron urgentemente la aprobación de un préstamo de USD 200 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para no parar las obras, que generó polémica en el Parlamento. Este recurso del BID se utilizará totalmente a comienzos de abril y en las mismas obras que serán financiadas ahora con bonos.
Benítez dijo que el repunte del año pasado se dio por las buenas condiciones climáticas. “Nuestra industria, por llamarlo de alguna manera, que es hacer rutas, depende de las inclemencias del tiempo. El año pasado tuvimos muy buen tiempo, que fue diferente a lo del 2015, donde se registraron inundaciones que atrasaron las obras y generó problemas por el tema de la emergencia vial”, agregó.
Continuó: “Este año tenemos previsto ejecutar más que el año pasado, pero depende de la inclemencia del tiempo y también de la gestión del MOPC y Hacienda en acompañarnos”.