19 abr. 2024

Con las carrocerías recicladas, hacen figurar sus ómnibus como nuevos

Con el afán de renovar al menor precio, varias líneas de transporte ensamblan asientos, ventanas y pisos de colectivos dados de baja sobre chasis nuevos. Recién hace unas semanas se prohibió esta práctica.

“La necesidad aguza el ingenio”, dice una conocida frase que bien podría aplicarse al modo en el que obran varias empresas de transporte del área metropolitana de Asunción, que con la premisa de renovar sus ómnibus a cualquier costo terminan reciclando añejas carrocerías.

Asientos, ventanas, pisos y techos con 15 años, en el mejor de los casos, son colocados sobre chasis sin uso y son presentados al usuario como unidades nuevas. Esta trampita permite al colectivero hacer gala del recambio de su flota, pero el pasajero sigue viajando en las mismas instalaciones del siglo pasado.

Un ejemplo. La empresa Vanguardia, que explota la Línea 30, presentó meses atrás el bus 03, modelo 2014. Sin embargo, su carrocería es de la marca Marcopolo Torino GV, cuya primera fabricación data del 94 y la última del 99.

Pero no es la única compañía. Según pudo comprobar ÚH, recurren al mismo método las empresas Curupayty SRL, Línea 12; TTL SA, Línea 23 y La Sanlorenzana SA, Líneas 45, 50 y 56. También lo hacen las firmas Nueva Italia SRL, Línea 187 y La Limpeña SRL, Línea 49.

En total, los colectivos reciclados por estas empresas –que pudimos corroborar– son 11, pero según los mismos empresarios es una práctica muy recurrida, ya que nunca fue prohibida.

Según expertos del área, que prefirieron el anonimato, es por la vejez de la carrocería que constantemente los usuarios ven cómo con facilidad los asientos se desprenden y los vidrios se rompen.

Sólidas. Según los transportistas, las carrocerías que se reutilizan son muy firmes. Aseguran que las ventanas y asientos son refaccionados para dar comodidad.

Señalaron que el principal motivo por el cual se reciclan estos elementos es el costo: entre reciclar y adquirir uno nuevo, el empresario ahorra unos G. 150 millones. Resaltaron que no pueden ser sancionados porque este procedimiento fue reglamentado recién hace unas semanas.

Por su parte, el viceministro de Transporte, Agustín Encina, calificó esta práctica como “triste”. Remarcó que con la Resolución 1148 del 2 de octubre ya no se podrán ensamblar carrocerías añejas con chasis nuevos.

“No sé por qué nadie reglamentó esto antes, es una gran pregunta. El pasajero se merece un buen servicio y el empresario que quiera acceder al subsidio y no pueda dar un buen servicio, que salga del negocio”, expresó.

ÚH intentó hablar con los directivos de la Carrocería San Fernando, la que arma estos buses, pero pese a la insistencia no tuvimos respuesta.