Por Noelia Duarte Solís
CIUDAD DEL ESTE
Concluyó la décima primera edición del Operativo Ágata encarado por el ejército brasileño con el fin de erradicar los hechos punibles transnacionales en la región fronteriza. No hubo incautaciones de gran porte ni otros procedimientos ostentosos pese al amplio despliegue de los organismos de seguridad por aire, agua y tierra, sí captura de armas, droga y explosivos.
El principal objetivo esgrimido por las autoridades brasileñas para la nueva edición de operativo de blindaje fronterizo fue el inicio de los Juegos Olímpicos en el mes de agosto en el vecino país y por ello aplicaron medidas preventivas para la seguridad nacional.
En el documento emitido por el área de Comunicación Social del operativo, sin embargo, revelan como un balance positivo por un interesante volumen de aprehensiones de armas de fuego, municiones, drogas, cigarrillos, explosivos, madera, dinero y materiales de uso controlado.
No hay detalles de la cantidad de elementos incautados, pero un informe dado a conocer el lunes destacó que se requisaron estupefacientes y otros productos por un valor estimado a 220.000 reales (unos G. 330 millones).
En la visita de Raúl Julgmann, ministro de Defensa Nacional del Brasil, la semana pasada sugirió que operativos similares a Ágata sean realizados en forma permanente y sorpresiva para que tenga resultados auspiciosos.
Esta vez hubo un despliegue de fuerzas en la zona de acceso a la Aduana brasileña y el peaje sobre la BR 277, en São Miguel do Iguacu, a unos 35 kilómetros de Foz de Yguazú.
OPERATIVO MURALHA. En paralelo se desarrolla el Operativo Muralha en la región fronteriza que cumple 52 días y el informe habla de incautaciones que superan los 5 millones de reales en productos de contrabando, con acciones permanentes de la Receita Federal en el peaje de BR 277 a la altura de São Miguel do Iguacu.