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El gran dilema de todos los tiempos tiene que ver con la comunicación entre padres e hijos; sobre todo en el momento en que deben conversar para aconsejar a los jóvenes sobre los peligros de la droga y el alcohol.
Los orientadores José Francisco Vélez y María Luisa Estrada, de Medellín, Colombia, plantean un taller conjunto donde padres e hijos compartan dinámicas y momentos que los acerquen más. Tanto Vélez como Estrada son creadores de Protege tu Corazón, programa de educación del carácter y la sexualidad.
Conexión. Ambos orientadores señalan que se habla mucho de la necesidad de comunicación en la actualidad. Sin embargo, ellos hacen un mayor énfasis en la conexión en la familia. “Muchas veces, los papás dicen que sus hijos no les hablan. Pero entonces le hacemos la pregunta: ¿Y tú le hablas? La conexión emocional es la actitud de los padres para favorecer eso”, explica Vélez, quien junto con Estrada estuvieron por Asunción, Ciudad del Este y Encarnación con las charlas-talleres de Alcohol y drogas: ¿Placer o dolor?
Otra sugerencia para permitir la conexión con los hijos, es dejar de lado la creencia de que las cosas que gustan a los hijos son tonterías.
“Es momento de que uno deba interesarse por lo que ellos hacen. Si uno es abierto a lo que les gusta a sus hijos, cuando les exija hacer algo habrá una mayor predisposición”, señala Vélez.
Factores de riesgo. La baja autoestima, la carencia de habilidades sociales, la presión del grupo, tener padres bebedores, la accesibilidad a las drogas y el alcohol, etc., son factores que empujan a los jóvenes a probar lo prohibido, explica Estrada.
En tanto que Vélez recuerda que hace unos treinta años el cigarrillo tenía aceptación social como la tiene hoy el alcohol. “Por lo tanto, los padres alientan su consumo”, explica.
La orientadora agrega dos factores que también influyen en los adolescentes: La accesibilidad a las drogas por el narcotráfico y la agresividad en las campañas publicitarias de bebidas. Sostiene que una buena manera de evitar que los hijos caigan en los vicios es el ejemplo. En ese sentido, recomienda a los padres moderación en el consumo del alcohol.
Vélez explica que educar a un hijo es quitar lo mejor de él, si quiere y replicando los consejos de sus padres. “Que él decida ser buena persona. Cuando eso sucede, se puede notar que los padres estuvieron bien dedicados y equilibraron el cariño con la exigencia.