Por Stefanie Céspedes @Betistef
Infografía: Ylda Miskinich
La especialista en etología clínica aplicada, ciencia que estudia los problemas de comportamiento en perros y gatos, indica que el primer aspecto a tener en cuenta a la hora de incorporar una mascota a la familia es analizar si se le podrá dedicar el tiempo que esta necesita.
“Si nos referimos a los perros, ellos necesitan por lo menos 3 horas diarias de atención y eso va en aumento de acuerdo a la raza y el peso”, explica Manchini.
Un perro de más de 10 kilos necesita por lo menos 2 horas diarias de actividad física, así como cognitiva, por ejemplo, estímulos en la calle, olores diferentes, ruidos de vehículos, ver gente y utilizar juguetes didácticos, ya que todo esto es beneficioso para ellos.
Si el canino pesa 20 kilos o más necesita más de 3 horas de atención y actividad, y de esa manera va aumentando proporcionalmente.
Teniendo en cuenta que el perro es un animal sociable, la interacción propietario-mascota es sumamente importante, ya que se trata de un nuevo miembro de la familia.
“Atrás quedó la teoría de que los perros son para el jardín”, agrega la profesional.
Razas. “Toda raza es buena, no hay ninguna contraindicada”, señala Sofía. Pero explica que necesitan diferentes tipos de educación.
Como punto de partida, dentro del marco de la formación del carácter de la mascota, es sumamente importante no separarle de la madre antes de los 45 días de vida.
La madre es la que enseña al cachorro aspectos que determinarán su vida adulta y nadie más lo puede hacer, por sobre todo la inhibición a la mordida, que se trata de la fuerza con la que el perro muerde.
Otro aspecto importante en esa primera etapa es la interacción con sus hermanos, pues es cuando aprende a jugar.
El segundo periodo está a cargo de la “nueva familia” que se encargará del periodo de socialización, que se da en los primeros tres meses de vida y también es fundamental para su relacionamiento con su especie, así como con otras.
Las mascotas deben ser presentadas a los niños de la casa u otros para aprender a convivir con ellos, así como con otras mascotas de su misma raza y otras especies.
Castigo. La especialista pone especial énfasis en este punto y manifiesta su total desacuerdo con el castigo físico para con las mascotas en general.
“La única que tiene derecho a castigar es la madre”, explica.
Para educar a un perro, sea de la raza que sea, se debe utilizar el refuerzo positivo: “Enseñándole cómo debe actuar y premiando las conductas deseadas en vez de castigar las inadecuadas”, enfatizó.
También manifestó que el castigo verbal solo debe consistir en “un NO fuerte”, pero al momento exacto que deja la conducta indeseada se le debe premiar.
Consejos
- Asegurarse de estar preparado para asumir el compromiso de tener una mascota.
- Informarse sobre la raza del perro que se va a integrar a la familia.
- Tener en cuenta el horario y estilo de vida.
- Tener en cuenta el entorno para la mascota. Los perros grandes necesitarán más espacio para hacer ejercicio dentro y fuera de la casa.
- No posponer la educación y preadiestramiento del cachorro para cuando aparezcan los episodios agresivos.
