Unos 529.000 ciudadanos con derecho a voto están llamados a las urnas para elegir a los 81 diputados del Parlamento nacional entre candidatos de 17 partidos y coaliciones, para un mandato de cuatro años.
Son las cuartas elecciones legislativas desde que hace diez años el pequeño país balcánico se separó del Estado común que formó con Serbia tras la desintegración de la antigua Yugoslavia.
Muchos analistas consideran estos comicios como los más inciertos hasta ahora.
El carismático primer ministro, Milo Djukanovic, líder del Partido Democrático de los Socialistas (DPS), en el poder desde hace 25 años, aspira a una nueva victoria al presentarse como el garante de la estabilidad en la vía hacia la entrada en la Unión Europea (UE) y en la OTAN.
La Alianza Atlántica invitó el pasado diciembre a Montenegro a ingresar, un objetivo que, según Djukanovic, se alcanzará en 2017.
El primer ministro ha asegurado que en estas elecciones se decide si Montenegro será un día un socio de la Unión Europea o una “colonia” de Rusia.
Los principales rivales del DPS son la alianza conservadora y pro rusa Frente Democrático (DF) y la coalición moderada Kljuc (Llave).
Pese a sus diferencias, esas dos formaciones han dado señales de acercamiento en los últimos tiempos, en lo que podría significar el fin de la tradicional fragmentación de la oposición que había facilitado hasta ahora las cosas a Djukanovic.
El DF ha asegurado durante la campaña que, si gana, levantará las sanciones impuestas a Rusia y retirará el reconocimiento a la independencia de la vecina Kosovo.
Esta coalición acusa a Djukanovic y a sus colaboradores de haber saqueado al país y de haber hundido la economía.
La coalición Kljuc, formada el pasado septiembre por Demos (centroderecha), URA (centroizquierda) y el Partido Socialista Popular (SNP), apoya la entrada en la UE pero sus miembros tienen posturas distintas sobre la OTAN y algunos reclaman un referendo.
Kljuc promete luchar contra la corrupción y el autoritarismo del que acusa a los actuales gobernantes y centrarse en la economía para superar el “drama” económico, sobre todo el norte del país.
Los últimos sondeos, del pasado junio, daban al DPS el 43 por ciento de los votos y un 11 por ciento al DF. Demos, SNP y URA, ahora coaligados en Kljuc, sacaban un 10, un 8,9 y un 4 por ciento respectivamente.
Supervisarán el proceso electoral unos 2.600 observadores, 500 de ellos extranjeros, casi dos veces más que en las elecciones de 2012.
Los colegios electorales cerrarán a las 20.00 horas (18.00 GMT), y los primeros resultados preliminares se conocerás unas horas después.