Los científicos se vieron obligados a descartar la explicación que apuntaba a la presencia de nanopartículas de hierro. Primero, los expertos crearon un modelo para calcular cuánto material rico en carbono habría llegado a Mercurio a través de los cometas.
Posteriormente, lanzaron proyectiles a una roca de basalto cubierta en azúcar para confirmar el efecto del carbono. Los resultados fueron publicados en la revista Nature Geoscience y apoyan la idea de que el planeta fue “pintado en negro” a lo largo de los miles de millones de años, publica BBC Mundo.
Este efecto producido por el bombardeo intermitente de “micrometeoritos” ricos en carbono, es más que suficiente para explicar la misteriosa y opaca superficie de Mercurio, según los investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, en Estados Unidos.