El comerciante recibió 6 disparos de armas de fuego, presumiblemente calibre 38 y una herida en el cuello.
La víctima se dedicaba a la compra y venta de automóviles, además del alquiler de vehículos pesados. Cuenta con antecedentes por apropiación en el 2013, según la Policía.
El violento hecho sucedió el pasado miércoles entre las 13.30 y las 18:00, en el barrio Arecaya de Mariano Roque Alonso.
Según la Policía, en el primer horario mencionado, su esposa se comunicó con él por última vez. En ese horario retiró a sus hijos de la escuela y los llevó a la casa de la suegra, reportaron desde la Comisaría 10ª de Mariano Roque Alonso.
Finalmente en horas de la tarde, cuando la mujer regresa de su trabajo, se encuentra con la macabra escena.
Declaró que encontró la puerta semiabierta y le llamó la atención que la casa estaba a oscuras y con el equipo de sonido que sonaba para aparentemente evitar que se escucharan otro tipo de ruidos.
Cuando Ferreira logra ingresar a su casa, prende la luz y observa a su marido tendido en el piso, bañado en sangre, ya sin signos de vida.
Alertó a los vecinos y llamó a la Policía para intervenir en el lugar. De acuerdo a los datos proporcionados por el comisario principal Aldo Benítez, en la vivienda no se reportó robo de pertenencias por lo que se descartó que sea un asalto.
La cantidad de heridas que sufrió hace sospechar a los agentes de homicidios que se trata de un ajuste de cuentas.
Sostienen que la víctima habría forcejeado con sus atacantes, según el análisis de la escena del crimen.
Sospechan que fueron los mismos asesinos quienes elevaron el volumen del equipo de sonido para concretar los disparos.
En ese sentido, el agente policial señaló que los vecinos no escucharon disparos que surgieron de la casa de la víctima.
Los agentes de homicidios de Investigación de homicidios y Brigada Central de San Lorenzo, investigan el caso y esperan que la esposa del comerciante, colabore con más datos, luego de culminar el sepelio.
La fiscala Claudia Torres también llamará a familiares de la víctima a dar más detalles sobre el movimiento laboral del fallecido.
La Policía no registra denuncias de amenazas que eventualmente el afectado pudo haber sufrido antes de ser atacado.