Para desgracia de los propietarios de felinos esta nueva tendencia resulta en mascotas robadas que terminan hervidas, asadas o freídas al ajo en los restaurantes del país.
Es el caso de un restaurante de Hanói, donde ahogan a los animales, los rapan y los meten en la freidora, señala eluniverso.com.
“Mucha gente come carne de gato. Es nuevo, quieren probar”, asegura To Van Dung, gerente del local que explora este nicho de mercado menos común que la clásica carne de perro, también muy consumida en la vecina China.