CIUDAD DEL ESTE
Son las 11.30, doña Marta se prepara para sacar del fuego la gran olla en que se cocina un suculento guiso de arroz. Muchos comensales ya esperan en el comedor con sus respectivos utensilios para saborear el almuerzo ofrecido por esta sacrificada mujer, que desde hace 15 años sirve a los familiares de pacientes de Hospital Regional de Ciudad del Este que a diario se acercan a recibir alimentación.
El comedor solidario, denominado hogar de paso Sagrada Familia de Ciudad del Este, funciona detrás del Hospital Regional desde el 14 de setiembre del 2002 y nació viendo la necesidad de los cientos de parientes y amigos de enfermos internados en el centro asistencial, que no tienen recursos para poder recibir una digna alimentación celebró 15 años de funcionamiento y una vez más acude a la solidaridad de la gente.
“Después de 7 años vuelvo acá, porque en aquella ocasión tenía ya un paciente, ahora desde hace 4 días estoy de vuelta con un paciente en el hospital, venimos de Salto del Guaira. El comedor es muy útil para todos, principalmente para quienes venimos de lejos”, dijo Eliana Román, una de las comensales.
Entre 70 y 80 personas desayunan y almuerzan en el local. En principio solo fue los sábados, actualmente se sirven de lunes a viernes. Según doña Marta Brítez, lo que más necesitan ahora son carne, verduras, azúcar, gas, leña, así como productos de limpieza. Este hogar de paso hasta el 2012 funcionaba en el corredor de uno de los voluntarios, desde ese año cuenta con un local propio al lado de la comisaria de Santa Ana.
Gastos. Según la responsable del comedor, se tienen otros gastos como el pago del consumo de electricidad, la compra de gas, insumos de limpieza; los que no tienen a familiares cerca también suelen lavar sus ropas en el lavadero, también se duchan en el local, son esas las necesidades para el diario vivir, pero que no lo consiguen en el Centro de Salud.
Proyectos. La idea de los voluntarios, a decir de la señora Mirian de Brítez, es la construcción de dos habitaciones de al menos 4 x 4 metros en el fondo del comedor, para poder tener como un hospedaje para los familiares de los pacientes que duermen en los pasillos “Ojalá Dios mediante podamos muy pronto hacer ese sueño realidad; también queremos mejorar el lavadero ”, afirmó.